Música Wave

viernes, 25 de noviembre de 2011

Je suis Nabuchodonosor

foto: Gustavo Florian 

Soy Nabucodonosor
el hombre que se rebeló ante Dios
y se volvió loco.

Siete tiempos me tomó fumar la hierba de los campos.
Pinté una ventana
como si fuera un rompecabezas absurdo.
Resulta inútil implorar a los grandes espíritus
que el alma no sea desdoblada por las manos.
Sé que estoy loco.
Pago media res de vida
y sobre-vivo.
Es ahí cuando el hábito se convierte en instinto.
Me sentaré a beber el agua de tus ojos
en la fragilidad seca de los túneles.
Volveré a respirar
en jardines colgantes el aroma de tu nuca ausente.
Sabré acariciar las nuevas flores
pero no podré hablar las futuras lenguas.
Soy Nabucodonosor
el hombre que se rebeló ante Dios.

No me sigan porque yo también ando perdido.


Del libro: Boleros para uno y otro Tiempo


Vedrino Lozano Achuy

miércoles, 2 de noviembre de 2011

DOS TOQUES // César Ávalos

 YOUNGKER

La Noche puebla historias absurdas
La soledad es un aliento y la música llega como un bálsamo de    estrechez o locura o de
         alegría o de fuerte viento que todo lo arrasa o todo renueva
Así es la vida nocturna
Seres tránsfugas del amor  la locura y la muerte
En medio de este juego  algo debe supervivir
La juventud no basta
El tiempo es una bestia que lo devora todo
Todos somos unas bestias…
Y vivimos en máquinas de supervivencia
Esa máquina a veces es música que regenera y libera
Atrás queda un pasado que nada brinda

El futuro es de los nuevos bebedores.





DUAL Y CLANDESTINA

Alguien quiere creer que existes
aún cuando tu presencia era una voladura de manos
una caída honda en el abismo
en donde se vive desesperado
solo con el roce y el abismo de la piel
era todo como beber un sorbo de vino a la medianoche
a lo lejos el océano
mudo e indiferente
desordenado
desmedido en su locura
persistente
ahí se puede trazar un itinerario lento
una música dual y clandestina
algo como para lavar el pensamiento
tal vez los cuerpos esperando su brillo de la demencia
o de oro
la luna empieza a resbalar
ellos duermen abrazados sobre la noche que persiste
han tallado cuerpo  acuerpo la adoración y la ausencia
la nada persistente que es el porvenir
aún cuando el tacto sea una desgracia para hombres solitarios
como seda bicolor resbalando por los cuerpos
luego
la mañana y todos los días
y el invierno espeso con su neblina
de golpe a la cara
dual es la canción que ahora se apaga
ahora que todo es mínimo y un aire de insatisfacción pura y delicada flota    en nuestras
          ciudades
y en donde nada borra las huellas
ni la ebriedad…

todo asfixia
una canción
la calle oscura
y hasta una paloma posada en el tejado más negro de mi ciudad