Música Wave

martes, 3 de enero de 2012

MARIO BENEDETTI Homenaje temprano

No sé tu nombre, 
sólo sé la mirada 
con que me lo dices M.B
60 años

Nos encontramos siendo niño y niña
y nos fuimos queriendo de a poquito 
novios conscientes/ luego nos casamos
y cumplimos 60 años de suerte

una mañana ella empezó a extraviarse 
no encontraba la casa madrileña
y a mi me fue naciendo la piedad
como una nueva forma del amor


al final regresamos a lo nuestro
y ella volvió a su infancia
todavía sabe decir mi nombre
y me mira con los ojos cerrados


vive en su azar y así lo balbucea
y yo vivo en el mío que es castigo
no sé por qué o de quién o desde cuándo 
y que a esta altura ya es irremediable


la miro y la recuerdo cómo era 
con su cariño de 24 horas
y al verla ahora otra es su quietud
cargo mi soledad en la mochila




Señales


En las manos te traigo
viejas señales
son mis manos de ahora
no las de antes
doy lo que puedo
y no tengo vergüenza
del sentimiento
si los sueños y ensueños
son como ritos
el primero que vuelve
siempre es el mismo
salvando muros
se elevan en la tarde
tus pies desnudos
el azar nos ofrece su doble vía
vos con tus soledades
yo con las mías
y eso tampoco
si habito en tu memoria
no estaré solo
tus miradas insomnes
no dan abasto
dónde quedó tu luna
la de ojos claros
mírame pronto
antes que en un descuido
me vuelva otro
no importa que el paisaje
cambie o se rompa
me alcanza con tus valles
y con tu boca
no me deslumbres
me basta con el cielo
de la costumbre
en mis manos te traigo
viejas señales
son mis manos de ahora
no las de antesdo
y lo que puedo
y no tengo vergüenza
del sentimiento



Estados de Ánimo

A veces me siento como un águila en el aire ...
( A propósito de una canción de de Pablo Milanés )

Unas veces me siento
como pobre colina,
y otras como montaña
de cumbres repetidas,
unas veces me siento
como un acantilado,
y en otras como un cielo
azul pero lejano,
a veces uno es
manantial entre rocas,
y otras veces un árbol
con las últimas hojas,
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne,
con un embarcadero
ya sin embarcaciones,
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde,
te acerques y te mires..
te mires al mirarme.